Querido Sr. Zuckerberg,
Acabo de ver la foto que precede a este texto, en la que aparece usted con su mujer y su hija recién nacida y he sentido la necesidad de darle mi enhorabuena. Me recuerda a mi y a cualquiera de las 500 parejas a las que he dado clase de preparación al parto en Londres, Reino Unido.
Pero verá, hay algo muy especial por lo que debo felicitarle especialmente ya que creo que le puede cambiar la vida para siempre, no sólo ha tenido usted un bebé ha tenido una hija. Y antes de proceder con esta carta permítame también felicitarles por la noble decisión de donar el 99% de sus acciones a obras de caridad. Supongo que ser padres nos trae una nueva percepción de la responsabilidad para con el futuro y los demás.
Pero mire hay otro gesto que usted podría hacer y que no sólo protegería el futuro de la humanidad sino también el de su hija. Algo que yo he tenido muy claro desde que tuve, como usted ahora, una hija hace cuatro años. En la foto de aquí abajo me puede ver con ella, en una manifestación frente a sus oficinas de Londres (o al menos eso creíamos) mi hija entonces era muy pequeña como la suya y la llevaba en un portabebés ese día mientras luchaba por mis derechos y los de mi hija.
Nos manifestábamos porque Facebook censuraba continuamente nuestras fotos de amamantamiento.
La promoción de la lactancia materna puede salvar millones de vidas en muchas partes del mundo, pero esto es sólo un pequeño problema dentro de uno muy muy grande . Facebook es como el mundo pero a menor escala, tiene su buen uso y su gente maravillosa y también gente que no lo es tanto y que acosa a otros, pero además está el control, el poder y la dominación es exactamente la misma que en el resto del mundo...El poder capital, los anunciantes, ¡el dinero!
Y cuando eres una chica, como lo es su hija, lo único que importa para el mundo es tu cuerpo y tu sexo por el interés comercial que sustentan. La publicidad se nutre de las inseguridades femeninas desde que somos párvulas, nos vende juguetes que nos recuerdan nuestro sitio y cuáles deben ser nuestras preocupaciones, nos etiqueta en rosa y nos dice que persigamos la belleza como única conquista. La publicidad se nutre de decirles a las mujeres que son incapaces de parir o amamantar a sus bebés. Y se beneficia de nuestros cuerpos cuando estos se desnudan para otros y no para nosotras, no para nuestro placer, no para amamantar a nuestros bebés, no para parirlos, sino para ser objetos usados para las necesidades sexuales y los deseos de otros.
Así que hay muchas maneras de salvar al mundo, Sr. Zuckerberg la mía es intentar hacerlo mejor para mi hija y todas las mujeres del futuro, porque es de justicia y porque haciéndolo podemos cambiar al mundo hasta sus entrañas.
Porque haciéndolo podríamos empoderar así a las mujeres, y si eso ocurre ellas incluida su hija, podrían se parte de quienes toman las decisiones políticas de manera equitativa y justa. Y si decidiesen casarse podrían hacerlo con personas que les amen, respeten y apoyen y no por la baja autoestima y desesperación promocionada socialmente, y así tendrían menos posibilidades de ser blanco de la violencia de género que ocurre en muchos hogares. Y si decidieran ser madres lo harían desde la decisión propia y en igualdad de condiciones y así podrían maternar a sus bebés sintiéndose plenas, lo harían sabiéndose capaces en libertad y con respeto y esto podría tener infinitas repercusiones en el futuro del mundo. Y cuando esas mujeres envejezcan ellas, al igual que tantos hombres, podrían ser respetadas y admiradas en igualdad después de completar una larga vida de triunfos obtenidos en igualdad de oportunidades y entonces serían las mujeres sabías que podrían continuar ofreciendo al mundo su perspectiva desde el conocimiento y la experiencia... ¡Oh Sr. Zuckerberg! Espero que pueda ver el mundo a través de los ojos de su hija y lo cambie.
Porque invertir en el futuro de su hija como mujer es invertir en el mundo y su futuro, es invertir en la posibilidad y la esperanza.
Pero por encima de todo le deseo suerte en su nueva aventura como padre, ya que aún a día de hoy, proteger a las mujeres del sexismo es algo que ni todo el dinero del mundo puede asegurar.
Con honestidad y de verdad que espero que usted y yo alcancemos a ver a nuestras hijas creciendo libres de los intereses comerciales impuestos en ellas.
Con gratitud por su tiempo
Jesusa Ricoy Olariaga
Usuaria de Facebook (como activista)
Madre & Childbirth Educator