Para leer la primera parte haz click aquí aquí Hay un silencio que me incomoda profundamente y es el de todas las personas que sin saberlo me hicieron dudar durante el tiempo que duró nuestra educación en casa, que quizá sin mayor intención que conversar o emitir juicios superficiales cuestionaron la viabilidad, la salud mental de mis hijos al final de su infancia o sus posibilidades de éxito en la vida. A todas esas personas, no les guardo rencor, en realidad me lo guardo a mí por confiar en ocasiones, a altas horas de la mañana, en sus palabras más que en mis hijos, que en mi o en nuestras capacidades e inteligencias. A todas esas personas y a tantas otras que vendrán a cuestionar a otras familias desde la ignorancia, les enseño desde aquí un fragmento de la carta que me acaba de llegar. En la que nos invitan al Royal Festival Hall para la entrega de un premio por los logros de mi hijo mayor, en Enero. Además de este y otros premios, recientemente le invitaron a ...
La feminista que hablaba de partos. La madre que hablaba de feminismo. La espectadora madre y feminista.