El domingo asistí a la conferencia de FiLiA en Londres (conocida anteriormente como Conferencia Feminista en Londres) y volví a casa tan inspirada como indignada. Y también agotada. Es muy duro escuchar todo el sufrimiento que las mujeres acarrean pero más duro es escuchar la crueldad de la que son capaces los hombres y su capacidad para ignorarla o incluso beneficiarse de ella. Cuando llegué a casa empecé a preguntar a las mujeres en mi página de Facebook cuántas como yo habían sido violadas o atacadas sexualmente. Y le añadí una etiqueta, algo así como #amitambien, sin saber que en la sincronicidad del alzamiento femenino mundial una campaña #yotambien ya estaba en camino y en pocas horas dominaría las redes sociales. Por la mañana tras mi pregunta que amanecía con sus 200 comentarios, también pude ver que una ola mayor con miles de comentarios llegaban desde Estados Unidos en una campaña anterior (luego se descubrió que lleva 10 años) que ya lo invadía todo y me aleg...
La feminista que hablaba de partos. La madre que hablaba de feminismo. La espectadora madre y feminista.