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De fines de año, Guerras de las Galaxias y otros apocalispsis patriarcales

En este día en tierra de nadie que es el 30 de diciembre, cuando me doy cuenta de que me he asignado el trabajo de preparar la fiesta de fin de año (mi pareja se encargó del 25) y de que como siempre me he pasado, que si tarta de chocolate por hacer, huevos rellenos, uvas para la fiesta, solucionar la conexión vía iPad desde casa de los vecinos para las uvas (y encargarme de entrenar a los escoceses que no conocen la tradición) y por qué no Jesusa haz tu primera queimada ya que estás y ahora que os escribo me acuerdo de sacar la pata de cordero del congelador...En fin, pues sí en este día, escucho a mi marido comprar las entradas para ver Star Wars y grito: "¡yo también voy!" He decidido así de sopetón que no me quiero perder la cara de Anaïs que a sus 4 años y medio va por primera vez al cine, prefiero ignorar irresponsablemente mis responsabilidades a no estar en ese momento. Mis hijos mayores me informan diligentes que la película pasa el test de Bechdel. 
           
 

Me meto en Twitter para agradecer a Locas del coño su guía de reparto de tareas ya que es algo que estamos intentando hacer en casa desde hace unos meses

Y descubro tristemente en Twitter, que en el periódico The Guardian hablan sobre cómo Carrie Fisher la actriz que hace de Leia en Star Wars anda defendiéndose en las redes del machismo reinante (atención a la foto escogida para el articulo), de que gran parte del público aún siga colgada de la fantasía erótica de haberla visto en bikini y no le perdone ser de carne y hueso e importar, 
además, más allá de la carne y el hueso, y defendiéndose también de la crítica ya que de siempre les ha importado un pimiento su trabajo y es más les ha sobrado su presencia en una película que los machistas que la atacan vieron desde el privilegio  considerándola suya. Me agoto solo de escribirlo.

 Pero la cuestión es que todos tenemos nuestros deseos y pulsiones o a ver si os creéis que yo no me colgué de Harrison Ford con ese cinturón y esa sonrisita de medio lado, no me acordaba lo mucho que me gustaba hasta que volvimos a ver El Imperio Contraataca el otro día, pero me parece absurdo y me da la risa de imaginarme yendo a su Twitter a quejarme de que esté arrugado y se le vea mayor, ¿pero qué idioteces son estas? me parece absolutamente pueril y abusivo. Eso solo se puede hacer desde una perspectiva de privilegio y desigualdad como la que se fomenta cada día socialmente.

Así que pienso con mucha tristeza que si bien la película pasa el test de Bechdel la sociedad no.
Y recuerdo que el otro día viendo la última de Mad Max para desintoxicarme de un exceso de intelectualidad  cinematográfica estas navidades, recordé al ver a la heroína de la película 
protagonizada por Charlize Theron, a otra heroína: la teniente Ripley en Alien.


La teniente Ripley también tuvo que lidiar con babosos
Charlize Theron en Mad Max
Me preocupa mucho haber reflexionado sobre por qué, hasta dónde yo sé, Alien no desató este tipo de cuestiones y sí lo ha hecho Mad Max o por qué en series de máxima audiencia, en los 80 y 90, como Seinfeld la protagonista femenina si bien era minoría era un personaje igualmente importante, vivía sola y tenia sexo con quien le daba la gana.






Y no puedo evitar preguntarme, por qué hasta las películas y series más ñoñas en los 80 no llegaban a los extremos de hoy en día de promoción de personajes femeninos carentes de la más mínima necesidad de existir más allá de hacerlo en función de los personajes masculinos, concluyo que andamos bastante peor de lo que intuimos porque hay una gran parte de la sociedad muy relajada con la idea de que ya hemos luchado lo "que nos correspondía" y otra gran parte sugiriendo que somos unas exaltadas quejicosas.

La realidad es que la teniente Ripley era más normal que el personaje de Furiosa en Mad Max en el 2015. La realidad es que la normalidad de ser mujer líder no es normal, la realidad es que poder verme representada en las películas ya sea por el equipo técnico, la directora o sus personajes no es tan normal, la narración de las películas es masculina en un 74 % y las niñas en las escenas grupales en películas de dibujos animados solo se representan en un 17%.
Elaine, personaje femenino en Seinfeld
       

La realidad es que las niñas también quieren pelear y salvar al mundo, y tienen derecho a ello, la realidad es que las niñas también tienen derecho a imaginar. Imaginarse y soñarse es el primer paso hacia la construcción del futuro. Y nuestro futuro es nuestro más allá de lo binario y el privilegio, imaginarnos es intrínseco a la especie humana y ello junto con la libertad para soñarlo y llevarlo a cabo nos ha traído hasta aquí. Limitar la imaginación y representación de toda aquella que no cumpla con el patriarcado es asegurar su esclavitud al mismo.

He aquí de muestra a mi niña salvaje, que quiere ser súper heroína y que espero que, junto a su generación, sea una bomba de estrógeno más con la que dinamitar la imbecilidad imperante. En el video aparece grabada junto a sus hermanos educados desde el feminismo y en quienes confío en que apoyaran y contribuirán al cambio de paradigma, gracias a estas tres personas que aún andan imaginando su futuro puedo mantener la esperanza y desear un año nuevo en el que me comprometeré a pelear tanto como pueda para que estos sean los últimos coletazos de un sistema que agoniza.






Brindo por un futuro feminista y con mi nueva funda de móvil que no me la trajeron ni Santa Klaus ni los Reyes, ni las Reinas, me la compré yo...


                                   

Nota: Con esta entrada no sugiero que Star Wars sea una película para niñas de 4 años y medio (en U.K es para 12 años de edad) y Mad Max contiene una escena de una cesárea y perdida de un bebé que pueden herir a algunas personas.






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