Skip to main content

La libertad de la imperfección



Estoy en un tren en la estación de Kings Cross en Londres a las 6:30 de la mañana de un domingo, esperando un tren que me llevará a un pueblo de Cambridge a dar 7 horas de clase de un curso intensivo que empezó ayer.

Pensaba casi con sentido de responsabilidad que debía actualizar mi blog, pensaba en qué tenía que decir y me daba cuenta de lo absurdo de la cuestión. Desde que abandoné facebook abandoné la responsabilidad adquirida sin querer y sin saber por qué, de decir algo y a ser posible brillante. Facebook y la cultura reinante demandan que trabajemos gratis para ellos ofreciendo titulares de una vida glamourizada, las mujeres en especial caemos una vez más víctimas de la necesidad de ofrecer perfección.
Si antes mis cafés con amigas madres eran sobre la admisión de su imperfección y del hecho de qué a menudo estaban agotadas o hartas ahora se suelen centrar en cómo sus vidas se parecen o no a Pinterest y cómo es simplemente imposible que los hijos de esta o aquella "estrella" de las "amas de casa", o "homeschoolers" (blogueras elevadas a iconos populares) hayan hecho un mural en la pared absolutamente perfecto y  sin ayuda de sus madres.

Si ya teníamos la presión de ser guapas, ir bien vestidas y ser buenas madres ahora además debemos ser elocuentes, tener una opinión acertada sobre todos los temas políticos y de actualidad , ser carismáticas, emprendedoras y conocer todos los trucos para transformar una mesa o un jardín...¿Eh? ¡Qué nos dejéis/nos dejemos en paz!!!
En paz reencontrandonos con el abandono a la imperfección, al no saber que decir, a meter la pata o el no saber dibujar, el necesitar un abrazo, el estar cansada, el cantar mal, el ponerse nerviosa, el gritar a destiempo, el olvidarse de llevar al niño al dentista, el ponerse una rebeca para esconder una mancha...y un muy largo etcétera en definitiva, la paz de ser una vulgar y corriente mujer a mucha honra que anda muy ocupada intentando que su vida valga la pena cuando y donde importa y aunque nadie lo sepa.

Popular posts from this blog

La casa / Carta abierta al gobierno español

Estos días terribles, inciertos, extraños, andaba irritada y no conseguía dar con el por qué, me irritaban especialmente las campañas edulcoradas de gente bienintencionada diciendo “quédate en casa”, a nivel racional entendía el mensaje, pero dentro de mi se daba una reacción de rechazo muy instintiva que no entendía.  Yo estoy relativamente bien en mi casa de Londres con mi marido y mis hijos, pero hoy he entendido que hay otra casa de la que yo aún quiero salir, la que a mi se m e quedó dentro. Y creo que es por lo que esa frase, junto con el hecho de que los niños en España no puedan salir, lo que a mi tanto me crispa.  Porque la casa de la que yo aún no he podido salir a mis 45 años es la casa de mi infancia, en ella aún vivo atrapada con el miedo a mi padre, rodeada de paredes que han condensado una tensión de años, que aún me sobresalta en algunas situaciones, y por lo que aún tiemblo al pensar en él y por la que ahora me cuesta ver lo que escribo entre mis lágrimas....

Female Gaze por Jill Soloway

Hace un par de años me ofrec[i voluntaria y les prometí al festival de cine de Canadá y a la directora Jill Soloway traducir su magistral discurso al español. Cosa que hice de inmediato pero al no tener tiempo de subtitular y tener miedo de infringir copyright por subir el vídeo subtitulado se quedó aparcado hasta hoy. Os cuelgo el vídeo y os paso el enlace de mi traducción porque para mi es una clase esencial https://docs.google.com/document/d/1-xT0drm9ijW4hT0Q3qgeNeQWqL9hI6DB4sI84uCE_Os/edit?usp=sharing

El pensamiento global

                          Últimamente tengo el placer de leer y escuchar a gente muy brillante, hablando especialmente sobre temas de maternidad, lactancia, educación y medio ambiente. Al principio creí estar volviéndome loca cuando era capaz de vincular problemas educativos con los problemas a los que se enfrentan las mujeres en las maternidades. Hasta que hace poco comiendo una pizza con mi familia, mentalmente descubrí, que ese es precisamente uno de los mayores problemas. La forma tan poco holística que tenemos de afrontar problemas o cuestiones humanas. Cuando escuchaba a Sir Ken Robinson, hablar del modelo escolar basado en las fabricas y en el sistema de producción industrializado, podía escuchar en mi cabeza simultáneamente  a Sheila Kitzinger hablando de la industrialización del nacimiento. Parece que tenemos una visión única, que además no funciona nada bien, para tratar a la vida. Al...