Dedicado a todas las personas que estuvieron presentes de una manera u otra en mis vacaciones de este año, a todas ellas y por diferentes razones, gracias.
Aquí arriba podéis ver uno de los mejores regalos que me han hecho nunca, es un video hecho íntegramente por mi hijo Euan. Él no es consciente del gran regalo que supone, simplemente quiso practicar sus habilidades como director, cámara y editor y cuando nos mostró el resultado yo me eché a llorar por diferentes razones. Porque han sido unas vacaciones muy especiales, porque me hace muy feliz verle descubrir sus pasiones en libertad y de manera autónoma, por saber que tenemos un maravilloso recuerdo de lo mejor de nuestra familia, pero sobre todo porque para mí este video ilustra maravillosamente lo esencial de la vida. La risa, el compartir, la familia, el mirarlo todo con ojos nuevos de niño, el juego, el mar, las despedidas, el ofrecer lo mejor de nosotros por amor y para crear amor, buscar la paz, crecer, soltar lastres, inventar y dejar en esta vida un recuerdo como este video, un recuerdo de todo lo mejor de nosotros, de los placeres y los abrazos, de los amores y las risas, de lo que hicimos con ganas y alegría, de nuestros sueños que aún habitarán en nuestros hijos y nietos... en definitiva de la playa antes del mar.
Yo ya sólo quiero seguir creando y riendo y que otras mujeres puedan descubrir también su risa. En una ocasión lo hablaba con una amiga y me decía que más que reivindicar úteros y vaginas, había que reivindicar espacios y risas. Y en el taller 3Colours en Alicante, me he dado cuenta de que es cierto. Necesitamos espacios libres y propios dónde reír y llorar sin limites, dónde saberse especial desde el origen de una misma y en contexto con las otras. Somos polvo, somos nada cuando dejemos de serlo y nos olviden, volquemonos pues en vivir , viviendo por nosotras y para nosotras compartiendo sueños y amores con quien sepa apreciarlos. Construyamos nuestros mundos para habitarnos con ganas, curemonos del pasado sabiendonos fuertes y enteras, amemos como lobas que sienten y pelean, miremonos a la cara demandando libertad. Reír es vivir y vivir es querer estar vivo, dejemos que callen los duelos y repiquen las campanas pues hoy es hoy mientras despertemos cada mañana.
Aquí arriba podéis ver uno de los mejores regalos que me han hecho nunca, es un video hecho íntegramente por mi hijo Euan. Él no es consciente del gran regalo que supone, simplemente quiso practicar sus habilidades como director, cámara y editor y cuando nos mostró el resultado yo me eché a llorar por diferentes razones. Porque han sido unas vacaciones muy especiales, porque me hace muy feliz verle descubrir sus pasiones en libertad y de manera autónoma, por saber que tenemos un maravilloso recuerdo de lo mejor de nuestra familia, pero sobre todo porque para mí este video ilustra maravillosamente lo esencial de la vida. La risa, el compartir, la familia, el mirarlo todo con ojos nuevos de niño, el juego, el mar, las despedidas, el ofrecer lo mejor de nosotros por amor y para crear amor, buscar la paz, crecer, soltar lastres, inventar y dejar en esta vida un recuerdo como este video, un recuerdo de todo lo mejor de nosotros, de los placeres y los abrazos, de los amores y las risas, de lo que hicimos con ganas y alegría, de nuestros sueños que aún habitarán en nuestros hijos y nietos... en definitiva de la playa antes del mar.
Yo ya sólo quiero seguir creando y riendo y que otras mujeres puedan descubrir también su risa. En una ocasión lo hablaba con una amiga y me decía que más que reivindicar úteros y vaginas, había que reivindicar espacios y risas. Y en el taller 3Colours en Alicante, me he dado cuenta de que es cierto. Necesitamos espacios libres y propios dónde reír y llorar sin limites, dónde saberse especial desde el origen de una misma y en contexto con las otras. Somos polvo, somos nada cuando dejemos de serlo y nos olviden, volquemonos pues en vivir , viviendo por nosotras y para nosotras compartiendo sueños y amores con quien sepa apreciarlos. Construyamos nuestros mundos para habitarnos con ganas, curemonos del pasado sabiendonos fuertes y enteras, amemos como lobas que sienten y pelean, miremonos a la cara demandando libertad. Reír es vivir y vivir es querer estar vivo, dejemos que callen los duelos y repiquen las campanas pues hoy es hoy mientras despertemos cada mañana.
Según mi hijo la vida es como un viaje en avión con turbulencias |