Hoy es uno de esos días en los que miro a mi alrededor y pienso...¿Estamos ya locas del todo?
Dove ha hecho una nueva campaña sobre belleza real y medio mundo aplaude, las feministas aplauden, las mujeres se conmueven y escriben títulos del tipo "Las mujeres no saben lo bellas que son".
A mí me parece horroroso y atroz este puñetero video. ¡Todo! Desde la autoridad masculina del dibujante forense, a las mujeres admirando mariposas (tengo fobia a las mariposas quizá sea por eso) y hablando cómo si se hubiesen drogado, el hecho de que sea un dibujante forense para hablar de "el crimen de no saber lo bellas que son", etc...Pero además el hecho de hablar de barbillas, pómulos y demás, con aires de trascendencia. Identificar belleza con felicidad continuamente. Reforzar que la percepción de nuestra belleza influye en tener más exito y más amigos. Que las mujeres se digan con actitud casi infantil, "tengo que trabajar más en mi misma" y que este hombre les diga que los demás las ven más bellas de como se ven ellas mismas ES MÁS DE LO MISMO. ¡Uf uf uf!
Es como Zara vendiendo una camiseta de algodón orgánico fabricada por alguien menor de edad o McDonalds diciendo que la ternera se la vendió un granjero muy majo que vive a la vuelta de la esquina. Sólo que en este caso es nuestra cabeza, nuestra salud mental y nuestra libertad lo que está en juego. La de todo un genero.
Seguimos creyendo que hay que ser guapas, se nos sigue vendiendo la idea de que esto es una obligación femenina, que además es algo sobre lo que debemos reflexionar, debatir, ir a terapia, explorar y reconquistar. Pero tenemos que seguir pensando en nuestra belleza, en nuestro exterior, no en lo de dentro, no en lo que importa. Hay que seguir hablando sobre el aceptarse aunque se esté "gordita", aunque se dé el pecho, aunque no tengas 16...Hay que seguir colgando fotos de mujeres desnudas una y otra vez para decirles que las aceptamos así o asá...Porque en el fondo el problema es siempre el mismo. El concepto de belleza de la mujer surge de la idea de la mujer como objeto, de la mujer observada y mientras las mujeres sigamos pensándonos de una manera externa no podremos habitar nuestras mentes, nuestros cuerpos y nuestros espacios, de momento lo único que habitamos es la prisión de la inseguridad, superficialidad y obsesión que puedan vender cremas, ropas y cirugía.
Simultaneamente en mi Facebook mientras veía el absurdo de la campaña de Dove leía que a una abogada italiana le habían quemado la cara con acido...Si su mente, espíritu y pensamiento hubiesen sido tan importantes como su cara nadie podría haberlos quemado.