Otro día de luto
Al igual que me negué a celebrar el día de la mujer trabajadora, me niego hoy a celebrar el día contra la violencia de genero. La mujer es y será victima mientras se le siga recordando que lo es. La violencia de genero no empieza con el prototipo de macho cinturón en mano o la bofetada pronta, sino con cada gesto social, con la manera de escribir, con la mujer con poca ropa cuya única función es ser un objeto en un programa. Con la multitud de anuncios que nos recuerdan que sangramos, tenemos hemorroides, engordamos, tenemos perdidas de orina, flatulencia y todo tipo de males...Con lo que aceptamos y con lo que no rechazamos, cada día.
Empieza cuando se promueven ciertas actitudes, cuando a la mujer se le da “permiso” para co-existir en el mundo que otros inventaron, cuando no se le deja acceder a un trabajo por estar embarazada, cuando en cualquier foro de internet se habla de las modelos femeninas como si fuese una muñeca hinchable y no alguien haciendo un trabajo.
Empieza con nuestros hijos y lo que les mostramos en casa. Con nuestro lenguaje y no por qué las palabras neutras sean masculinas, nunca he visto a un pediatra con la necesidad de enfadarse porque su profesión tenga un nombre potencialmente femenino, no son las formas sino los fondos lo que aqui importa.
La autoestima de la mujer como genero, está por los suelos y cada día se le mandan mensajes para que así sea, mezclados con mensajes de palmadita en la espalda y desde la autoridad.
Y hasta que nosotras mismas no nos encontremos y manifestemos desde nuestra propia identidad, hasta que no descubramos nuestra importancia esencial por ser quien somos, hasta que no dejemos de pedir permiso, hasta que no dejemos de dar las gracias a nuestros maridos cuando hacen algo que nosotras hacemos todos los días pese a trabajar, cuidar de los hijos y un largo etc...Seremos victimas, victimas porque esto es lo que aprendemos y asi lo creemos.
Qué hemos hecho durante toda la vida de una mujer para que cuando llega el momento de la torta o la paliza, lo que sienta sea miedo y culpa y no la absoluta convinción de que no merece ser tratada así, qué hemos hecho como sociedad para que algunas hayamos llegado a pensar que maltratar es una forma de relación...Lorena Bobbit fue llevada a juicio por mutilar a su marido y se supo en todo el planeta ¿Cuantos juicios se realizan por mutilaciones femeninas o incluso por episiotomias innecesarias?
Son 130 millones de mujeres que sufren mutilación genital en el mundo, 3 millones de niñas al año. La diferencia entre el señor Bobbit y estos 130 millones es la normalidad. No hay en el calendario un día para proteger a hombres como el señor Bobbit, porque no ocurre, porque no es normal, lo normal es que se mutile a las mujeres. Yo me niego a que esto sea normal, me niego a que sea declarado lucha y por lo tanto un proyecto a largo plazo que se prevee duro.
Es inaceptable, cada una de las mujeres de esos 130 millones son inaceptables, el que sea ese el número no lo convierte en normal, lo convierte en una verguenza y un escandalo.
Los días que celebramos evidencian nuestros problemas no resueltos.
Jamás ví un día del hombre trabajador, y el día por la abolición de la esclavitud ahora lo es pero solo de la infantil. Las mujeres son victimas y sus hijos daños colaterales, son tratados como lo
más bajo del planeta...
Women is the nigger of the world (la mujer es el negro del mundo) como cantó John Lennon.
¿Y qué vamos a hacer para cambiarlo?
Al igual que me negué a celebrar el día de la mujer trabajadora, me niego hoy a celebrar el día contra la violencia de genero. La mujer es y será victima mientras se le siga recordando que lo es. La violencia de genero no empieza con el prototipo de macho cinturón en mano o la bofetada pronta, sino con cada gesto social, con la manera de escribir, con la mujer con poca ropa cuya única función es ser un objeto en un programa. Con la multitud de anuncios que nos recuerdan que sangramos, tenemos hemorroides, engordamos, tenemos perdidas de orina, flatulencia y todo tipo de males...Con lo que aceptamos y con lo que no rechazamos, cada día.
Empieza cuando se promueven ciertas actitudes, cuando a la mujer se le da “permiso” para co-existir en el mundo que otros inventaron, cuando no se le deja acceder a un trabajo por estar embarazada, cuando en cualquier foro de internet se habla de las modelos femeninas como si fuese una muñeca hinchable y no alguien haciendo un trabajo.
Empieza con nuestros hijos y lo que les mostramos en casa. Con nuestro lenguaje y no por qué las palabras neutras sean masculinas, nunca he visto a un pediatra con la necesidad de enfadarse porque su profesión tenga un nombre potencialmente femenino, no son las formas sino los fondos lo que aqui importa.
La autoestima de la mujer como genero, está por los suelos y cada día se le mandan mensajes para que así sea, mezclados con mensajes de palmadita en la espalda y desde la autoridad.
Y hasta que nosotras mismas no nos encontremos y manifestemos desde nuestra propia identidad, hasta que no descubramos nuestra importancia esencial por ser quien somos, hasta que no dejemos de pedir permiso, hasta que no dejemos de dar las gracias a nuestros maridos cuando hacen algo que nosotras hacemos todos los días pese a trabajar, cuidar de los hijos y un largo etc...Seremos victimas, victimas porque esto es lo que aprendemos y asi lo creemos.
Qué hemos hecho durante toda la vida de una mujer para que cuando llega el momento de la torta o la paliza, lo que sienta sea miedo y culpa y no la absoluta convinción de que no merece ser tratada así, qué hemos hecho como sociedad para que algunas hayamos llegado a pensar que maltratar es una forma de relación...Lorena Bobbit fue llevada a juicio por mutilar a su marido y se supo en todo el planeta ¿Cuantos juicios se realizan por mutilaciones femeninas o incluso por episiotomias innecesarias?
Son 130 millones de mujeres que sufren mutilación genital en el mundo, 3 millones de niñas al año. La diferencia entre el señor Bobbit y estos 130 millones es la normalidad. No hay en el calendario un día para proteger a hombres como el señor Bobbit, porque no ocurre, porque no es normal, lo normal es que se mutile a las mujeres. Yo me niego a que esto sea normal, me niego a que sea declarado lucha y por lo tanto un proyecto a largo plazo que se prevee duro.
Es inaceptable, cada una de las mujeres de esos 130 millones son inaceptables, el que sea ese el número no lo convierte en normal, lo convierte en una verguenza y un escandalo.
Los días que celebramos evidencian nuestros problemas no resueltos.
Jamás ví un día del hombre trabajador, y el día por la abolición de la esclavitud ahora lo es pero solo de la infantil. Las mujeres son victimas y sus hijos daños colaterales, son tratados como lo
más bajo del planeta...
Women is the nigger of the world (la mujer es el negro del mundo) como cantó John Lennon.
¿Y qué vamos a hacer para cambiarlo?