Hace tiempo que las películas que me dan más miedo, no son de zombies o de fantasmas. Desde que tuve a mis hijos, suelen ser películas muy reales y si son basadas en historias que ocurrieron, me pueden tener en vela varias noches. Por supuesto que hoy no necesito películas de terror ya tenemos el caso de Habiba, que es para mí y para todas las madres la peor pesadilla a la que nos podamos enfrentar. Pero ayer leyendo las declaraciones hechas por Paloma Martín a el diario El Mundo recordé una película de Clint Eastwood, "Changeling" creo que la película en España se conoce como El intercambio, en ella se narra la historia verídica de una madre Christine Collins cuyo hijo desapareció y en su lugar se le entregó otro. Por circunstancias el caso estaba relacionado con el departamento de policía de los Ángeles, por aquel entonces totalmente corrupta, el caso de la Sra. Collins y su hijo levantaba la alfombra bajo la que habían ido amontonando trapos sucios, cadáveres y mentiras...Qué hizo la institución cuando Christine Collins se negó a aceptar sus condiciones (quedarse con un hijo que no era suyo y callarse la boca) acusarla de loca, contratar a médicos que mintiesen, se negó que el niño fuese más bajo que su verdadero hijo o que sus dientes fuesen completamente distintos. A Christine se la encerró en un manicomio junto a otras muchas mujeres que no se habían callado, que se habían enfrentado a la autoridad.
En Londres, me llegaba la noticia esta semana de otra madre separada por la fuerza de su hijo recién nacido tras una cesárea, estaba en el Reino Unido bajo asilo político tras haber sido victima de violación y tortura, y obviamente, desde mi punto de vista, tenía un historial de depresión y estrés post traumático. Cuando estaba a punto de dar a luz había recibido la noticia de que su hijo de 15 años había sido asesinado en Santa Lucia y se reprimió el mostrar sus sentimientos para no ser "acusada" de estar deprimida, a esta madre no se le facilitó que amamantara o que se sacara leche durante la semana que duró esta separación, no se le dijo hasta varios días después que se le había internado por la fuerza por el mental health act, el poder legal por el que en pocas palabras se interna a alguien que está loco y por lo tanto otros tienen que asumir su voluntad. A esta mujer se le increpó que se apartara de su hijo y se la redujo por la fuerza, ha presentado una denuncia pero el daño está hecho y el daño hecho a un bebé de tres semanas al perder esa lactancia y a su madre y sufrir semejante violencia es un daño para toda nuestra especie y la enajenación es sólo nuestra, tal y como han demostrado sus abogados y psiquiatras.
Y recordando otras películas, se me ocurre Luz de gas...que acuñó el témino hacer luz de gas (gaslighting) cuando se hace creer a alguién que está loco, qué se hace cuando no se puede ocultar la verdad, cuando una mujer grita y pelea, es fácil se le acusa de estar loca.
El problema es que a una madre de la especie mamífera cuando le quitan a su cría presenta un montón de comportamientos necesarios para la protección que en una sociedad o para una institución que lo único que ha demostrado por escrito es no estar capacitada para tratar con madres y bebés y que son los únicos que van contra las reglas las morales y las establecidas por la OMS y UNICEF, podrían interpretarse como locura.
Las declaraciones de Paloma Martín intentan malamente acusar a Habiba de estar loca, yo me pregunto que es eso tan grave que les hace ir contra todo, contra los informes psiquiátricos que aseguran que Habiba no lo está, contra tres pediatras que rebatieron el absurdo del IMMF de acusarla básicamente de "ser una buena madre que cumplía perfectamente con su rol", contra la defensora del pueblo, contra 10.000 personas, embajadas, actores, y otros profesionales.
¿Yo me pregunto que esconde el IMMF bajo su alfombra? Porque a mi me empieza a oler a podrido...
¿Y les pregunto a cuantas mujeres creen que pueden acusar de estar locas? ¿10.000?
En Londres, me llegaba la noticia esta semana de otra madre separada por la fuerza de su hijo recién nacido tras una cesárea, estaba en el Reino Unido bajo asilo político tras haber sido victima de violación y tortura, y obviamente, desde mi punto de vista, tenía un historial de depresión y estrés post traumático. Cuando estaba a punto de dar a luz había recibido la noticia de que su hijo de 15 años había sido asesinado en Santa Lucia y se reprimió el mostrar sus sentimientos para no ser "acusada" de estar deprimida, a esta madre no se le facilitó que amamantara o que se sacara leche durante la semana que duró esta separación, no se le dijo hasta varios días después que se le había internado por la fuerza por el mental health act, el poder legal por el que en pocas palabras se interna a alguien que está loco y por lo tanto otros tienen que asumir su voluntad. A esta mujer se le increpó que se apartara de su hijo y se la redujo por la fuerza, ha presentado una denuncia pero el daño está hecho y el daño hecho a un bebé de tres semanas al perder esa lactancia y a su madre y sufrir semejante violencia es un daño para toda nuestra especie y la enajenación es sólo nuestra, tal y como han demostrado sus abogados y psiquiatras.
Y recordando otras películas, se me ocurre Luz de gas...que acuñó el témino hacer luz de gas (gaslighting) cuando se hace creer a alguién que está loco, qué se hace cuando no se puede ocultar la verdad, cuando una mujer grita y pelea, es fácil se le acusa de estar loca.
El problema es que a una madre de la especie mamífera cuando le quitan a su cría presenta un montón de comportamientos necesarios para la protección que en una sociedad o para una institución que lo único que ha demostrado por escrito es no estar capacitada para tratar con madres y bebés y que son los únicos que van contra las reglas las morales y las establecidas por la OMS y UNICEF, podrían interpretarse como locura.
Las declaraciones de Paloma Martín intentan malamente acusar a Habiba de estar loca, yo me pregunto que es eso tan grave que les hace ir contra todo, contra los informes psiquiátricos que aseguran que Habiba no lo está, contra tres pediatras que rebatieron el absurdo del IMMF de acusarla básicamente de "ser una buena madre que cumplía perfectamente con su rol", contra la defensora del pueblo, contra 10.000 personas, embajadas, actores, y otros profesionales.
¿Yo me pregunto que esconde el IMMF bajo su alfombra? Porque a mi me empieza a oler a podrido...
¿Y les pregunto a cuantas mujeres creen que pueden acusar de estar locas? ¿10.000?