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¡Dejen mi vagina en paz de una puñetera vez!



A veces me pregunto si la anatomía de la sexualidad de un génerovs la anotomia de la del otro llega a definir como interpretamos la vida y nuestra percepción del mundo. El que las mujeres tengan un sexo que se esconde hacia el interior de su cuerpo y los hombres uno que está visible y se pronuncia hacia fuera...No sé, divagaciones inconclusas...Pero lo que si sé es que empiezo a observar con ansiedad las ganas de meter aparatos en la vagina de la mujer por parte de los obstetras (ya sé que estos no siempre son hombres, pero es una profesión históricamente masculina).
El último gran invento para andar "jodiendo" (permítanme el taco porque sinceramente me parece por una vez lo apropiado) a la maternidad se llama Materna Medical el ensanchador vaginal, un aparato que promete "mejorar los resultados del parto reduciendo o previniendo los "daños" asociados con el parto vaginal.
  Nadie duda que hay que buscar soluciones a posibles problemas con el suelo pélvico tras el parto, pero esto es un absurdo más de una larga lista. Hasta que no se deje de acostar, controlar, aterrorizar, someter y drogar innecesariamente a las mujeres en el parto. Hasta qué no se les de voz y voto en todas las decisiones que tienen que ver con su cuerpo, su parto y su bebé, no se les ocurra intentar meternos nada para dilatar.

Cuando se nos demuestra cada día alrededor del mundo, en inducciones fallidas, en cesáreas que no vienen a cuento y en absolutos desastres que siguen sin tener ni idea de lo que es un parto fisiológico...Hasta que no dejen a las matronas y mujeres hacer lo que saben hacer, sin límites ni restricciones y se dediquen a tratar la patología y prevenirla desde el absoluto respeto a la mujer y su parto y entendiendo primero lo que es un parto no intervenido, no se distraigan inventando cacharros que nos abran para su conveniencia y que puedan vender tras demostrar que el objeto mujer y su cervix se doblegan ante ustedes.
Espero que este cachivache sea un chiste y que mis nietos lo observen en un museo con el mismo horror que miramos hoy en día un cinturón de castidad del medievo.
Me parece un insulto a las mujeres, y en definitiva y por extensión, a nuestra especie proponer un invento que nos dilate en el parto. ¿Para prevenir qué daños? ¿Los iatrogénicos? ¿Las episiotomias innecesarias? ¿Esas que aún hoy hacen a menudo contra nuestra voluntad y que obviamente ustedes necesitan cuando nos colocan y ven como a un pollo asado? ¿O los daños morales tras haber controlado todo un parto para decirle luego a la mujer que no ha podido o su cuerpo no ha sabido?
Porque les aseguro que esos daños se previenen sin meternos nada en la vagina.
Simplemente déjennos en paz y cuando les necesitemos estén preparados y armados con toda su ciencia, confianza, su precepto de "primum non nocere" y su respeto por su profesión y nuestro cuerpo. Cuando les necesitemos, que será poco por suerte, querremos confiar también en ustedes y en lugar de querer salir corriendo.

Mientras tanto yo firmaré esta petición y animo a todo el mundo a hacer lo mismo.













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