Skip to main content

Invisibles para vendernos mejor




¿Qué vino antes el marketing o la vida?
Siempre lo he dicho: "Nos rompen las piernas para vendernos las muletas"

A menudo me acuerdo de un episodio de Los Simpson en el que alguien vende un exprimidor planteando un problema inexistente, ¿Cuantas veces ha intentado exprimir naranjas así (ver foto) sin ningún exito. Es decir, te hacen creer que exprimir naranjas es algo muy complicado y te van a hacer la vida más fácil. 

Esto lo veo en la maternidad muchísimo, desde bolas llamadas Epi-No (episiotomias no) que se insertan en la vagina con la promesa de evitar desgarros o episiotomias (como si estas fueran accidentes) a un triangulo que se coloca sobre la zona genital de el bebé para evitar que te meé durante el cambio de pañal...¿No me crees? Haz click aquí

El otro día en Facebook me crucé con esta versión de un clásico controvertido


Y lo miré y remiré y lo único que pensé fue...¡Pero si tenemos manos!
Luego pensé que vamos teniendo menos cosas, nuestros pechos maternos están siendo perseguidos hasta la extinción visual, me consta que el libro de Ina May Gaskin en Estados Unidos fue retocado para que no se viera el pene del bebé en la portada, en un país en el que los penes de bebés reales son también retocados con circuncisiones innecesarias practicamente sin preguntar.
Portada inglesa
Portada Americana



Y aquí llega el horror, ahora tampoco tenemos vulvas, se las sigue deseando, controlando y usurpando, pero ya no existen de manera visual.


Se nos borra, se nos reinventa se nos vende...

Por eso creo que no hay mayor rebeldia, declaración de principios y revolución propia y social que la de decir "Este es mi cuerpo, mi sangre y mi leche, mi vulva, mis pechos, mi parto, mis hijos e hijas, el futuro pasa a través de mis piernas, ensuciame a mi, hazme invisible, vendeme y tu dejarás de existir. La humanidad será un anuncio permanente, una sombra de lo que fue o pudo llegar a ser, un existir siempre en los espejos. 

Yo ya no quiero negociar, quiero vivir, parir y criar en libertad y no en el cautiverio en el que hemos convertido la vida, a partir de ahora voy a hablar de partos en libertad y autonomía, estoy harta de explicar en que condiciones aceptar una intervención partiendo del absurdo dominante. Es como si reivindicara que no quiero ir por la vida con una maquina de dialisis y tuviera que ser acusada de loca y explicar que haría si me fallase un riñón...Hay mujeres que me defienden sus episiotomias porque se les ha vendido que la necesitan para parir, mientras se sigan atendiendo partos desde la ignorancia y la manipulación, se siga vendiendo el amamantar o no, con intereses económicos en la otra mano, se siga decidiendo sobre la crianza y educación de mis hijos basandose en sus necesidades y no las mias, mientras me sigan dando las migajas de su pastel porque creen que me hacen un favor, mientras se me mate, niegue, abuse, viole, manipule, insulte, desprestigie, controle, inhabilite y desinforme, no aceptaré sus tratos, sus negocios, sus trabajos...Quiero ser y parir libre para que mis hijos también lo sean, quiero que su alimento venga de una mujer y no de una fabrica, quiero que mi sangre sea la de la paz y no la de la guerra. quiero que se me respete desde niña pues traigo la vida conmigo.

Dejen de robarme, reinventarme y retocarme, no soy suya ni de nadie.
Con la fuerza de los uteros que nos trajeron hasta aquí en los últimos 200.000 años grito:

NI SALDREMOS CORRIENDO, NI NOS AVERGONZARÁN 

                                                                                                                        (Frase de Naomi Wolf hablando de Pussy Riot)















Popular posts from this blog

De fines de año, Guerras de las Galaxias y otros apocalispsis patriarcales

En este día en tierra de nadie que es el 30 de diciembre, cuando me doy cuenta de que me he asignado el trabajo de preparar la fiesta de fin de año (mi pareja se encargó del 25) y de que como siempre me he pasado, que si tarta de chocolate por hacer, huevos rellenos, uvas para la fiesta, solucionar la conexión vía iPad desde casa de los vecinos para las uvas (y encargarme de entrenar a los escoceses que no conocen la tradición) y por qué no Jesusa haz tu primera queimada ya que estás y ahora que os escribo me acuerdo de sacar la pata de cordero del congelador...En fin, pues sí en este día, escucho a mi marido comprar las entradas para ver Star Wars y grito: "¡yo también voy!" He decidido así de sopetón que no me quiero perder la cara de Anaïs que a sus 4 años y medio va por primera vez al cine, prefiero ignorar irresponsablemente mis responsabilidades a no estar en ese momento. Mis hijos mayores me informan diligentes que la película pasa el test de Bechdel.               

La salud

Veo que los humanos y humanas caemos en la repetición de nuestros errores con cierta facilidad. Y bueno en realidad la naturaleza también tiene tendencia a la repetición. Y aunque la repetición y mutación suelan darse en la persecución de perfeccionamiento o de alternativas más interesantes, a veces esto lleva a cosas tan terribles como el virus que nos somete ahora a todo tipo de adaptaciones forzadas y forzosas, que sobrellevamos como buenamente podemos y en función de nuestras circunstancias. Las mías como madre unschooler (mis hijos no están escolarizados) residente en Londres, no son las peores. Y desde aquí contemplo al que fuera mi país, desde la ventana virtual que me ofrecen mis amplias redes sociales y compruebo con mucha angustia la aplicación de algunas medidas llevadas a cabo en estos días extraños. Antes de nada me gustaría decir que voy a intentar ser prudente, porque si algo sé en estas circunstancias es que no sé nada y también que me alegro de no ser ninguna de las

Hoy es el día de la madre en Reino Unido y quiero problemas

Hoy es el día de la madre en Reino Unido y me he despertado y lo he recordado por la prensa y he llorado sola desayunando y pensando en lo mucho que me irrita el día de la madre y sus estereotipos, y he sabido que mis hijos se habrían olvidado porque andamos todos perdidos y preocupados. Y he echado de menos irritarme por cosas como esas. Quiero volver a tener el privilegio de discutir sobre feminismo. Y poder enfadarme con mi marido por la tapa del water.  Quiero que me enfade la falta de civismo en la calle. Y quiero preocuparme por lo que vamos a hacer la semana que viene.  Quiero irritarme con la gente que quiero, quiero debatir con mis amigas quien paga la cuenta del restaurante. Quiero exasperarme porque no conseguimos quedar y que nos cuadre a todas. Quiero tener que pasar una hora calmando a mi hijo adolescente cuando se enfada con sus amigos. Quiero salir a la calle a curar una rodilla porque mi hija se ha caído. Quiero besar y abrazar como si no hubiese un