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Carta de una profesora de preparación al parto y activista indignada a una médica argentina desolada.


(adaptación a modo de respuesta de la carta de la doctora argentina sobre la muerte de un bebé en un parto domiciliario http://www.bigbangnews.com/…/La-desgarradora-carta-de-una-m…)
He llorado muchas veces en mi trabajo en la línea Birth Crisis, en el Observatorio de Violencia Obstétrica, con los emails que llegan al movimiento de La Revolución de las Rosas, en las reuniones posparto tras mis clases, e incluso con emails de desconocidas en Facebook. Pero pocas he sentido tanta rabia como la que sentí al leer la carta de una doctora argentina que utiliza la muerte de un bebé para aleccionar y asustar a otras mujeres, al tiempo que tira por tierra los derechos que las mujeres aún no tenemos y que peleamos por recuperar cada día.
Me tomo la libertad, doctora, de adaptar su carta a modo de respuesta a la suya, para enseñarle mi perspectiva tras haber dado clase a más de 700 parejas, haber recibido infinidad de emails y tratado un centenar de llamadas en la línea de apoyo Birth Crisis en Reino Unido.
Hoy me contactó una madre cuyo bebé murió en un parto hospitalario. Había decidido tener el parto en un hospital, pese a que no era lo que realmente quería ya que todo estaba bien y no tenía ningún problema. De familia acomodada e instruida, todos le sugirieron que era lo mejor, y ella simplemente les creyó(…)
Los "carniceros" que la trataron en el hospital al ver que la mujer estaba informada y que hasta traía un plan de parto se ofendieron y se ensañaron con ella. Pese a que ella aguantó y se negó repetidas veces a todo lo que le hacían nadie la escuchó.
Para cuando la única matrona que realmente sabía cómo debía hacer su trabajo empezó su turno, todo se había complicado tanto que la oxitocina sintética ya había estresado al bebé demasiado, y no hubo nada que hacer...
Todas las madres que esperan a su bebé y se informan lo hacen porque quieren lo mejor para sus bebés. Leen, visitan espacios en internet, van a clases, practican relajación, se cuidan...Y aunque saben que el sistema público tiene unas estadísticas malísimas de intervenciones innecesarias y conocen historias de falta de respeto, a menudo quieren confiar en él y ayudar a cambiarlo pidiendo un trato diferente. 
Si una mujer dice que no quiere una vía, no le está faltando al respeto, está manifestando sus derechos y protegiéndose de una cascada de intervenciones innecesarias.
Si una mujer dice que no quiere analgesia es porque está en su derecho, no la cree necesaria y se siente en control durante su parto.
Si le rompe la bolsa, está incrementando el riesgo de infección y la necesidad de inducción y posible cesárea, la está estresando y forzando al bebé a descender sobre el cervix por su propia comodidad. Puede, y debería usted usar un monitoreo intermitente (doppler) para escuchar el latido del bebé sin necesidad de tener que romper la bolsa. La presencia de meconio no se encuentra en todas las bolsas así que no se trata de romperlas todas a ver si encuentra una que lo justifique.
Si usted dice que la mujer necesita una cesárea, con todos los métodos que ha sugerido antes de esta y sabiendo que en Argentina hay un 46% de cesáreas frente al 15% que sugiere la OMS, es normal que cualquier mujer desconfíe y además está en su derecho de cuestionar una cirugía mayor por los riesgos esta que acarrea para la madre y el bebé. Estoy segura de que si a usted le recomendaran una operación conjunta para usted y su hijo se informaría y lo cuestionaría. 

El embarazo y el parto son hechos fisiológicos y por ello solo se pueden acompañar y no intervenir. Sí se complican y requieren intervención su especialidad es la encargada de asistir. Eso no quiere decir que intervengan antes generando intervenciones colaterales.

Contar con un hospital, con equipo entrenado, con anestesia, con un quirófano, es una opción. Es un privilegio, todavía en el 2016, para las mujeres el tener opciones y libertad, algo que aún muchas mujeres en el mundo y en muchos hospitales aún no tienen, pese a lo mucho que lucharon nuestras antecesoras.

Durante siglos las mujeres murieron por falta de higiene, acceso a drogas anti hemorragicas durante el parto y abortos ilegales. Razones por las que aún muchas mujeres siguen muriendo en el mundo. Las mujeres, querida doctora, en última instancia mueren o sufren porque la sociedad ha decidido que importan menos y a menudo como fue el caso de Saavita en Irlanda, porque, como usted hace en su carta, se las considera un recipiente desechable cuando ven el parto como un éxito personal del que extraen un producto, el bebé.
Mi cuerpo, mi parto, mi decisión ¡Por supuesto! No son sus decisiones.
Es MI hijo/a el/la que está en el medio
¿Mi parto? Sí, absolutamente, usted es un personaje secundario que trabaja a mi servicio para atender mis necesidades y las de mi bebé, con mi consentimiento. Y debería trabajar siempre desde el respeto a mis decisiones, sin imponer las suyas o sus creencias. 
¿Mi decisión? ¡Por supuesto! en todo momento porque así lo dice la ley. (En Argentina, el artículo 2 de la ley 25.929)
Primum non nocere. Primero no dañar. Nosotras lo sabemos. ¿Y ustedes?
No ocurre a menudo que muera un bebé...Lo que sí es más común es que una mujer acabe incontinente por episiotomias innecesarias y mal hechas, que no pueda tener una vida sexual sana, que un bebé tenga dañado el plexo braquial con problemas de por vida por practicar Kristellers, madres y bebés con problemas de vinculación por separaciones y traumas, crear problemas de lactancia, mujeres que no se pueden sentar por el estropicio de las episiotomias, fórceps que dejan a los bebes con heridas y 
ventosas mal colocadas que provocan daños y hemorragias a las mujeres, síndrome de estrés post traumático que provoca de todo desde pesadillas y pensamientos intrusivos a separación matrimonial y pérdida de trabajo. Y en ocasiones que tras semejante experiencia se tenga tanto miedo a un parto hospitalario que ante la falta de opciones la mujer opte por un parto sin asistencia colocándose en situaciones de riesgo para ella y su bebé
¿Lo ve doctora?
Todas podemos meter miedo, yo no lo hago porque prefiero la libertad y decisión informada pero sobretodo porque prefiero que los sistemas de salud se renueven y trabajar con ellos para su mejora. Ese me parece que debería ser nuestro trabajo, el suyo y el mío.

Foto: La Revolución de las Rosas Guatemala.

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